Cada vez que un libro nuevo llega a mis manos, lo leo de manera cuidadosa y lo protejo para dar una lectura más certera. Cuando Diotima Llira llegó a mis manos lo entendí como una mezcla entre narrativa y poesía, pero finalmente podemos decir que se trata de una obra de tipo prosa poética. Cuando uno va barriendo las páginas, poco a poco se va encontrando con códigos, desde la poesía, pero también, desde la narrativa, una vertiente híbrida entre las dos. La obra es particular no solo por los dos géneros híbridos, sino porque es es intercultural, empezando desde el título: «Diotima» que representa lo occidental y «Llira» qué podría representar lo andino, el autor me comentó que es un neologismo que deviene de «illa», la deidad del rayo andino. En el Banquete de Platón vamos a encontrar a Diotima conversando sobre el amor, sobre la pasión y sobre el Eros, en ese sentido este libro es un banquete intercultural, de lo occidental y lo andino, sobre todo, entre el mundo griego y el mundo quechua.
Este Ulises andino, se encuentra con muchos personajes entre ellos Aristóteles y Platón, conversa con ellos.
Bien, empecemos por lo primero, Diotima juega un papel muy importante en El banquete de Platón, el autor crea su propio universo, se pregunta y responde. Toda la narrativa se desliza en un amor platónico. Luis Paraguay, como los griegos, crea su propia Odisea, sale de su territorio y añora a su terruño, añora el estar ahí entre la familia, en el pueblo, en su cultura, añora estar con su gente y con su tierra, pero se ha visto poderosamente influenciado por lo occidental. Para el autor, no todo lo occidental es malo aunque, lo toma como un recurso para desbordar su amor platónico. Este Ulises andino, se encuentra con muchos personajes entre ellos Aristóteles y Platón, conversa con ellos. El espíritu andino en la prosa poética de Luis Paraguay se materializa en un español hablado en sintaxis quechua, eso podemos encontrarlo claramente en la narrativa del libro.
Este espacio poético se siente detrás de la palabra tácita, en Diotima Llira habita el autor con sus maestros literarios y filosóficos.
Su propuesta intercultural se anuncia en el mismo título de la obra y la ilustración de portada. El autor creador propone una realidad, habita su espacio ficcional y dialoga con sus maestros, se dirige a ellos como si lo estuviera viendo como si la estuviera palpando, como si los estuviera sintiendo en su quehacer cotidiano. Es la cotidianidad de sus maestros con él. Habita el espacio de su recuerdo, el arraigo cultural que tuvo trata de llevarlos a su favor, en la narrativa del espacio poético de Luis Paraguay un poema es un recuerdo de lo que fuimos, lo que somos y seremos. Este espacio poético se siente detrás de la palabra tácita, en Diotima Llira habita el autor con sus maestros literarios y filosóficos.